¿Qué son las Categorías de Activos?
Escrito por Aaron Akwu, Head of Education Hantec Markets
¿Qué es una categoría de activos?
Una categoría o clase de activos es una categorización o clasificación de instrumentos o inversiones financieras en función de sus características, perfil de riesgos y potenciales retornos. El concepto juega un papel crucial en la composición de carteras y las estrategias de diversificación de los inversores. Si entiende bien el concepto de categorías de activos, el inversor puede tomar decisiones bien informadas sobre sus estrategias de inversión y su asignación de activos.
Comprender las categorías de activos: una perspectiva histórica
En todo lo que concierne a navegar por el mundo de las inversiones, es fundamental entender bien qué son las categorías de activos. El concepto ha evolucionado con el paso de los años, y permite a los inversores diversificar sus carteras y gestionar sus riesgos de manera efectiva. Al comprender las características y el desempeño histórico de diferentes categorías de activos, los traders pueden tomar decisiones bien informadas y tienen la posibilidad de mejorar sus estrategias de inversión.
La noción de categorías de activos se remonta a los primeros días de los mercados financieros. A medida que las economías se desarrollaron y las oportunidades de inversión se expandieron, los participantes en el mercado reconocieron la necesidad de clasificar sus inversiones en función de sus características fundamentales. Esta clasificación facilitó la comparación entre diversas alternativas de inversión y ayudó a los inversores a calibrar los riesgos y recompensas potenciales asociados con cada categoría.
A día de hoy, las categorías de activos abarcan una amplia gama de vehículos de inversión que ofrecen diferentes características y retornos potenciales. Normalmente se agrupan en función de atributos similares, tales como su riesgo, su retorno potencial y su correlación con tendencias más amplias en el mercado. Estas clasificaciones permiten a los inversores diversificar sus carteras asignando sus fondos entre diferentes categorías de activos, difuminando así sus riesgos y con la posibilidad de mejorar sus retornos.
Una de las principales categorías de activos es la renta fija. Las inversiones en renta fija, también conocidas como bonos, aportan a los inversores un flujo estable de ingresos a través del pago regular de intereses. Estas inversiones normalmente se consideran menos volátiles que otras categorías de activos, y suelen recurrir a ellas inversores que buscan retornos estables y la preservación de su capital.
La asignación de activos, que se refiere a repartir estratégicamente las inversiones entre diferentes categorías de activos, juega un papel vital en la composición de carteras. Al diversificar entre múltiples categorías de activos, los inversores pueden reducir el impacto que podría tener en la totalidad de la cartera el desempeño de cualquiera de las inversiones por separado. Este enfoque ayuda a gestionar los riesgos, y puede mejorar las posibilidades de alcanzar los objetivos financieros a largo plazo.
La renta fija es tan solo un ejemplo, ya que los inversores tienen a su disposición otras varias categorías de activos, por ejemplo, acciones (o valores) de bolsa, los bienes raíces, las materias primas y las inversiones alternativas. Las inversiones alternativas, tales como los fondos de cobertura (hedge funds), el capital privado, las criptos y el capital riesgo, ofrecen oportunidades únicas al margen de las categorías de activos tradicionales. A menudo exhiben diferentes perfiles de riesgo-retorno, y si se combinan con otras categorías de activos pueden aportar ventajas en cuanto a diversificación.
Comprender el desempeño histórico y las características de las diferentes categorías de activos es esencial para los inversores que buscan componer una cartera bien equilibrada. No obstante, es importante señalar que el desempeño de las categorías de activos puede variar significativamente con el tiempo, bajo la influencia de diversos factores económicos, geopolíticos y del mercado.
Tipos de categorías de activos
A la hora de invertir, los diversos inversores que buscan diversificar sus carteras tienen a su disposición varios tipos de categorías de activos para invertir, cada una de ellas con características propias y retornos potenciales. Veamos algunas de las más importantes.
- Acciones (valores):Las acciones de bolsa son una popular categoría de activos que representa un título de propiedad sobre parte de una empresa. Los inversores adquieren participaciones en las acciones de una compañía, lo que les da derecho a una parte proporcional de su titularidad. Las acciones ofrecen la posibilidad de que el capital se revalorice, así como de cobrar dividendos. Por ejemplo, gigantes de la tecnología tales como Apple Inc. (AAPL) o Microsoft Corporation (MSFT) serían inversiones destacadas en acciones.
- Títulos de renta fija: Los títulos de renta fija, que pueden incluir bonos gubernamentales o corporativos, son instrumentos de deuda que pagan una cantidad fija en intereses a lo largo de un período específico de tiempo. Estas inversiones aportan a los inversores unos ingresos regulares. Ejemplos de títulos de renta fija serían los bonos del Tesoro de EEUU o los bonos corporativos emitidos por empresas tales como Johnson & Johnson (JNJ) o General Electric (GE).
- Equivalentes al efectivo:Son inversiones muy líquidas y a corto plazo que pueden convertirse fácilmente en efectivo. Ofrecen estabilidad y aportan a los inversores un refugio seguro. Algunos ejemplos son las letras del Tesoro (T-bills en EEUU), certificados de depósito (Certificates of Deposit, CD) y fondos del mercado monetario.
Categorías de activos alternativos
A la hora de invertir, muchos ciudadanos están familiarizados con las categorías de activos tradicionales, tales como las acciones de bolsa, los bonos o el efectivo. Sin embargo, existe toda una gama de activos alternativos que pueden ofrecer oportunidades únicas para diversificar, y la posibilidad de obtener retornos más elevados. Vamos a comentar algunas categorías de activos alternativos:
Una categoría de activos alternativos muy popular son los metales preciosos, tales como el oro, la plata, el platino o el paladio. Estas materias primas siempre fueron muy apreciadas a lo largo de la historia debido a sus cualidades intrínsecas, y pueden servir como cobertura contra la inflación y las incertidumbres económicas.
- Bienes inmuebles:
Los bienes raíces o bienes inmuebles, que incluyen los residenciales y comerciales, representan otra categoría alternativa de activos. Las inversiones en bienes raíces pueden generar ingresos por rentas y la posibilidad de revalorización del activo, lo que ofrece diversificación fuera de los mercados financieros tradicionales.
- Capital privado:
El capital privado implica invertir en empresas de titularidad privada que no se cotizan de manera pública en el mercado de valores. Esta categoría de activos ofrece la oportunidad de participar en el crecimiento de nuevos emprendimientos (startups) prometedores, empresa privadas ya maduras o incluso iniciativas de adquisición y reestructuración.
- Fondos de cobertura:
Los fondos de cobertura o de capital riesgo (Hedge Funds) son vehículos de inversión administrados por gestores profesionales de fondos que aspiran a generar retornos independientemente de la situación general en el mercado. Estos fondos a menudo emplean diversas estrategias a fin de mitigar los riesgos y buscan retornos absolutos.
- Capital riesgo:
El capital riesgo es una categoría de activos alternativa que se centra en empresas que están en sus etapas iniciales y tienen un elevado potencial de crecimiento. Los inversores aportan capital a las startups a cambio de una participación en su titularidad, apoyando así ideas innovadoras a cambio de la posibilidad de cosechar retornos sustanciales si la empresa tiene éxito.
- Criptomonedas:
La aparición de criptomonedas tales como Bitcoin o Ethereum ha creado una nueva y apasionante categoría de activos alternativos. Estas monedas digitales operan con la tecnología blockchain, y ofrecen a los inversores la posibilidad de obtener retornos significativos, aunque con más volatilidad y riesgos.
Las materias primas abarcan una amplia gama de bienes tangibles, incluyendo productos agrícolas (p.ej. trigo, maíz), recursos energéticos (p.ej. petróleo, gas natural) y metales industriales (p.ej., cobre, aluminio). Invertir en materias primas puede aportar una cobertura contra la inflación y una diversificación de la cartera.
- Coleccionismo:
Invertir en coleccionismo, como monedas o sellos raros, arte o automóviles vintage, representa una categoría singular de activos alternativos. Los artículos de coleccionista pueden revalorizarse con el tiempo debido a su escasez, su significado histórico o su atractivo estético.
Explorando estas categorías de activos alternativos, los inversores pueden diversificar sus carteras más allá de las tradicionales. No obstante, es importante señalar que las inversiones alternativas a menudo conllevan sus propios riesgos y pueden hacer falta conocimientos especializados y realizar las diligencias debidas.
Antes de plantearse invertir en activos alternativos, es fundamental consultar con profesionales, por ejemplo un asesor financiero, que puede aportarte una orientación adaptada específicamente a tus objetivos de inversión y tolerancia al riesgo. Pueden ayudarte a evaluar los beneficios y riesgos potenciales de cada categoría de activos alternativos, a fin de que te asegures de que tus decisiones de inversión están alineadas con tu estrategia financiera general.
Categoría de activos y estrategia de inversión
Desarrollar una estrategia de inversión efectiva implica comprender bien los propios objetivos de inversión, tolerancia al riesgo y horizonte temporal. He aquí algunas estrategias comunes:
- Comprar y mantener: Esta estrategia implica comprar inversiones con una visión a largo plazo, en la convicción de su potencial de crecimiento con el tiempo. Los inversores que usan este enfoque normalmente se concentran en activos con fundamentales sólidos, y mantienen su inversión durante años, o incluso décadas.
- Inversión en valor:Los inversores en valor buscan activos infravalorados y que consideran que están pasando desapercibidos por el mercado. Analizan factores tales como las ratios precio-beneficios (Price/Earnings Ratio, PER o P/E), valoración contable y otros indicadores a fin de identificar posibles gangas. El objetivo consiste en comprar activos con un descuento y esperar a que se reconozca su verdadero valor.
- Inversión en crecimiento:Los inversores en crecimiento se concentran en empresas o sectores con un elevado potencial de crecimiento. Priorizan inversiones que se espera que experimenten tasas de crecimiento por encima del promedio, incluso si la valoración actual puede estar relativamente alta. Esta estrategia aspira a capturar una revalorización significativa del capital con el tiempo.
- Inversión por dividendos:Los inversores orientados al pago de dividendo o cupón dan prioridad en sus inversiones a generar un flujo estable de ingresos. A menudo prefieren acciones que reparten dividendo, bonos o bien inversiones en fondos de inversión inmobiliaria (REITs, siglas en inglés de Real Estat Investment Trust), activos que proporcionan un flujo regular de efectivo.
- Promediar el costo en dólares:Esta estrategia implica invertir regularmente una cantidad fija de dinero a intervalos predeterminados, independientemente de las condiciones del mercado. Al invertir de manera consistente en el tiempo, los inversores pueden reducir el impacto de la volatilidad del mercado y aprovechar oportunidades de compra durante los reveses del mercado.
Recuerda que invertir conlleva riesgos y que resulta crucial llevar a cabo una investigación minuciosa, diversificar tu cartera y plantearte buscar asesoramiento profesional antes de tomar cualquier decisión de inversión.
¿Por qué son útiles las categorías de activos?
Por muchas razones. Vamos a ver por qué:
- Diversificación:
Una de las principales ventajas es la diversificación. Al distribuir sus inversiones entre varias categorías de activos, los inversores pueden reducir los riesgos asociados con cualquier inversión aislada. La diversificación es clave para mitigar la volatilidad y minimizar el impacto de las fluctuaciones del mercado sobre el desempeño de la cartera en su conjunto.
Por ejemplo, consideremos un inversor que asigne la totalidad de su cartera a una única acción empresarial. Si esa acción experimenta una caída significativa, la totalidad de la inversión de ese inversor está en riesgo. Sin embargo, al diversificar entre diversas categorías de activos tales como acciones, bonos o bienes inmobiliarios el inversor puede compensar las pérdidas potenciales en un activo concreto con ganancias en otro. Este enfoque ayuda a proteger la cartera contra reveses sustanciales.
- Relación inversa (trade-off) entre riesgo y retorno:
Las diferentes categorías de activos ofrecen niveles variados de riesgo y de retornos. La relación inversa entre riesgo y retorno es un concepto fundamental en finanzas, ya que las inversiones con riesgos elevados generalmente tienen potencial para arrojar retornos elevados.
Ilustremos esto con un ejemplo. Supongamos que un inversor decide asignar una porción de su cartera a acciones que históricamente han ofrecido retornos anuales por encima del promedio en comparación con otras categorías de activos. A lo largo de un período de 10 años, la porción de acciones de bolsa en su cartera genera un retorno anual promedio del 8%. En contraste, la porción de bonos en la cartera, que generalmente se considera menos arriesgada, arroja un retorno anual promedio del 4%.
Al diversificar entre acciones y bonos, el inversor logra un retorno total en su cartera que combina los retornos de ambas categorías de activos. En este caso, el retorno medio ponderado de la cartera sería más alto que si el inversor solamente hubiera invertido en bonos. Por consiguiente, las categorías de activos permiten a los inversores equilibrar riesgos y retornos de acuerdo con su tolerancia al riesgo y sus objetivos de inversión.
- Liquidez y flujo de caja:
Las categorías de activos difieren en cuanto a su liquidez, que alude a qué tan rápido puede liquidarse o convertirse en efectivo una inversión sin incurrir en significativos costos de transacción o descuentos en el precio. La liquidez es fundamental de cara a cubrir necesidades de flujo de caja a corto plazo o aprovechar otras oportunidades de inversión.
Por ejemplo, los equivalentes al efectivo como los fondos del mercado monetario o las letras del tesoro a corto plazo proporcionan una elevada liquidez que permite a los inversores acceder rápidamente a sus fondos. En contraste, las inversiones inmobiliarias normalmente tienen una liquidez menor, ya que lleva tiempo vender una propiedad y convertirla en efectivo.
Al incluir en una cartera diferentes categorías de activos, los inversores pueden mantener un equilibrio entre activos más líquidos y otros con potencial de crecimiento a más largo plazo. Este enfoque garantiza que habrá suficiente liquidez como para cubrir las necesidades financieras inmediatas y al mismo tiempo se podrá aprovechar el potencial de crecimiento a largo plazo en inversiones menos líquidas.