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Macroeconomía: Definición, Historia y sus Indicadores

En este artículo vamos a hablar de indicadores macroeconómicos, un elemento clave del análisis fundamental para los traders porque arrojan luz sobre la economía general de un país. Te explicamos los indicadores más importantes de cada país.

Escrito por Aaron Akwu, Head of Education Hantec Markets

Tabla de contenido
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    ¿Qué es la macroeconomía?

    La macroeconomía es una rama de la economía que se centra en el estudio y el análisis de los fenómenos económicos a gran escala y de todo lo que conllevan. Entre otros aspectos, comprende la observación del crecimiento, el análisis y la teoría económica. Los macroeconomistas analizan el rendimiento general y el comportamiento de una economía, con el objetivo de entender cómo interactúan los diversos factores y la influencia de todos ellos en la economía.

    Uno de los objetivos principales de la macroeconomía es estudiar y explicar el crecimiento económico, es decir, el incremento sostenido de la producción y el consumo de bienes y servicios en una economía con el paso del tiempo. Los macroeconomistas investigan las causas de este crecimiento, como los avances tecnológicos, la acumulación de capital y la productividad laboral. Al comprender estos factores, los economistas y los responsables de las políticas económicas pueden elaborar estrategias para potenciar y mantener el crecimiento a largo plazo.

    Por otro lado, el análisis económico juega un papel fundamental en la macroeconomía. Se trata del estudio y la interpretación de datos económicos e indicadores para analizar la salud general y el comportamiento de una economía. Los macroeconomistas emplean diversas técnicas cuantitativas y estadísticas para analizar factores económicos como el Producto Interno (o interior) Bruto (PIB), las tasas de inflación, los niveles de desempleo y las balanzas comerciales. Estos análisis permiten a los responsables de las políticas obtener información importante para tomar decisiones sobre política monetaria y fiscal.

    Además de en los análisis económicos, la macroeconomía se basa fuertemente en la teoría económica, y esta forma la base para entender el comportamiento de personas, compañías y gobiernos en el contexto de la economía general. Estas teorías proporcionan los marcos con los que explicar fenómenos como la oferta y demanda agregada, los ciclos económicos, la inflación y el desempleo. Gracias a la teoría económica, los macroeconomistas pueden desarrollar modelos que simulan el comportamiento de la economía en diferentes circunstancias, con lo que pueden realizar predicciones y evaluar las políticas.

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    Historia

    La historia de la macroeconomía se resume en el estudio de los fenómenos económicos a gran escala y el desarrollo de teorías y modelos para entender estos fenómenos y analizarlos. Comprende un amplio abanico de temas, por ejemplo,  el papel de bancos centrales y las políticas fiscales y monetarias o las interacciones entre los distintos agentes económicos.

    La macroeconomía es un campo de estudio importante que surgió a principios del siglo XX, influenciado por la Gran depresión de los años 30 y la subsecuente necesidad de comprender y abordar las grandes crisis económicas. Uno de los momentos clave en la historia de la macroeconomía fue la publicación de la obra de John Maynard Keynes, Teoría general del empleo, el interés y el dinero, en 1936. El trabajo de Keynes puso en tela de juicio las teorías económicas clásicas y enfatizó el papel de la demanda agregada en la economía.

    Tras las rompedoras contribuciones de Keynes, la macroeconomía tuvo un importante desarrollo en el periodo de posguerra. Un aspecto importante fue la creación de modelos macroeconómicos que buscaban definir las complejidades de las economías en el mundo que conocemos. Estos modelos incorporaban variables como el consumo agregado, la inversión, el gasto público y la demanda de dinero para analizar cómo estos factores afectan al rendimiento general de la economía.

    Los bancos centrales desempeñan un papel fundamental en la teoría y la práctica de la macroeconomía. Estas instituciones son responsables de la formulación y la aplicación de las políticas monetarias, que abarcan la gestión de la demanda de dinero, las tasas de interés y otros instrumentos monetarios para lograr determinados objetivos económicos. Los bancos centrales a menudo emplean sus herramientas de políticas para influir en la inflación, los niveles de desempleo y la estabilidad general de la economía.

    Al igual que las políticas monetarias, las políticas fiscales también tienen una gran influencia en los resultados macroeconómicos. La política fiscal hace referencia al uso del gasto público, los impuestos y los préstamos para influir en el nivel general de la actividad económica. Los gobiernos toman medidas en política fiscal para estimular o frenar la demanda agregada, promover el crecimiento económico y estabilizar la economía en periodos de recesión o inflación.

    La macroeconomía ha sido testigo del desarrollo de diversas escuelas de pensamiento y marcos teóricos a lo largo de los años, como el monetarismo, la economía de la oferta o la nueva economía clásica, entre otros. Cada rama de pensamiento cuenta con una perspectiva propia del funcionamiento de la economía y proporciona nuevos enfoques en la eficiencia de las diferentes políticas.

    En décadas más recientes, la macroeconomía ha adoptado cada vez más un enfoque de análisis empírico y técnicas econométricas para probar y mejorar modelos teóricos. La disponibilidad de conjuntos de datos a gran escala y los avances en tecnología informática facilitan el uso de métodos estadísticos sofisticados con el fin de estudiar los fenómenos macroeconómicos.

    Microeconomía frente a macroeconomía

    La macroeconomía y la microeconomía son dos ramas diferentes de la economía que se centran en aspectos distintos de la misma. Mientras que ambas abordan principios y conceptos económicos, cada una tiene temas y objetivos diferentes.

    La macroeconomía estudia la economía como un todo, teniendo en cuenta factores amplios como los ingresos nacionales, los resultados agregados, los niveles de empleo, la inflación y el crecimiento económico. Esta rama analiza el rendimiento general y el comportamiento de toda la economía, incluidos factores que influyen en ella a gran escala. Los macroeconomistas estudian tendencias, patrones y relaciones entre diversas variables económicas para comprender y predecir el comportamiento de la economía general.

    Una de las principales instituciones que desempeña un papel significativo en el análisis macroeconómico es el Banco central, como la Reserva Federal de los Estados Unidos. La Reserva Federal es responsable de las medidas en materia de política monetaria que abarca la gestión de la demanda de dinero, las tasas de interés y la estabilidad del sistema financiero. Con estas medidas, la Reserva Federal trata de lograr la estabilidad en los precios, aumentar en gran medida el empleo y promover un sustancial crecimiento económico.

    La política monetaria, una herramienta clave en la gestión macroeconómica, comprende el ajuste de las tasas de interés y el control de la demanda del dinero para influir en la actividad económica. La Reserva Federal emplea la política monetaria para estimular o frenar la economía en función de su evaluación de las condiciones económicas actuales.

    Por otro lado, la microeconomía se centra en unidades económicas individuales, como hogares, compañías y mercados. Esta rama estudia el comportamiento de estas entidades y cómo sus decisiones afectan a la asignación de recursos, la producción y el consumo. La microeconomía ofrece perspectivas sobre los principios que rigen las elecciones de cada persona, las interacciones de los mercados y la determinación de precios.

    Los fundamentos de la microeconomía forman la base para comprender el comportamiento de agentes individuales en la economía. Conceptos como oferta y demanda, equilibrio del mercado, preferencias de consumo, teoría de producción y análisis de los costes forman parte de estos fundamentos. Al estudiar estas bases, los economistas pueden analizar el comportamiento de personas y compañías y cómo afectan sus interacciones a los resultados del mercado.

    Además del papel de la Reserva Federal en la gestión macroeconómica, la política fiscal también desempeña un papel significativo. Los gobiernos aplican políticas fiscales con el fin de estabilizar la economía, abordar la desigualdad de ingresos y promover el desarrollo económico. Si se ajustan las tasas impositivas y el gasto y la inversión públicos, estas políticas pueden afectar a la demanda agregada y estimular la actividad económica.

    Limitaciones de la macroeconomía:

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    1. Complejidad de la economía: La macroeconomía estudia la toda la economía como conjunto, pero se trata de un sistema complejo con numerosos factores que interactúan entre sí. Esta complejidad dificulta el análisis con exactitud de todas las interacciones y las interdependencias.
    2. Sobresimplificación: En un intento por facilitar los análisis, los modelos macroeconómicos a menudo se basan en suposiciones y simplificaciones. No obstante, es posible que esta simplificación pase por alto aspectos importantes de la economía, lo que lleva a conclusiones incompletas o imprecisas.
    3. Dificultad para determinar la causalidad: El establecimiento de relaciones causa-efecto es una tarea dificultosa en la macroeconomía. La economía se ve afectada por múltiples variables, lo que dificulta centrarse en factores específicos y determinar su impacto con exactitud.
    4. Naturaleza heterogénea de personas y compañías: La macroeconomía suele tratar a las personas y las compañías como entidades homogéneas, asumiendo que comparten los mismos comportamientos y preferencias. Sin embargo, la realidad es que unos y otras difieren de manera significativa en sus características, lo que conduce a discrepancias en su forma de manera de responder a factores económicos.
    5. Retrasos temporales y ajustes dinámicos: Toma un tiempo implementar y comprobar los efectos de las políticas macroeconómicas, y estos efectos podrían no ser inmediatos o fácilmente predecibles. Los retrasos temporales en la implementación de las políticas y los procesos de ajuste complican el análisis y las previsiones de la macroeconomía.
    6. Información incompleta: Los modelos macroeconómicos se basan en la disponibilidad de datos precisos y puntuales, pero la recopilación y la medida de estos datos es imperfecta, lo que conduce a información poco fiable o incompleta. Esta limitación puede afectar a la precisión de los análisis de la macroeconomía y las recomendaciones en sus políticas.
    7. Suposiciones sobre racionalidad y expectativas: Los modelos macroeconómicos a menudo asumen que las personas y las compañías se comportan de forma racional y tienen expectativas razonables sobre el futuro. La realidad es bien distinta, ya que el comportamiento humano incluye factores psicológicos y sociológicos que llevan a actuaciones no tan razonables.
    8. Eventos y crisis imprevistos: Por lo general, los modelos macroeconómicos se crean con datos y patrones históricos. Sin embargo, los eventos imprevistos como desastres naturales, agitación política o avances tecnológicos pueden afectar en gran medida a la economía y disminuir la precisión de las predicciones macroeconómicas.
    9. Capacidad de predicción limitada: Aunque el estudio macroeconómico ha avanzado muchísimo, sigue siendo desafiante establecer predicciones exactas sobre el futuro de la economía. La complejidad de la economía, la incertidumbre y la influencia de factores exógenos limitan la capacidad predictiva de los modelos macroeconómicos.
    10. Discrepancias entre puntos de vista y suposiciones: La macroeconomía abarca diferentes escuelas de pensamiento, como la economía clásica, el pensamiento keynesiano y el monetarismo, todos ellos con diferentes puntos de vista y teorías sobre el funcionamiento de la economía. Esta discrepancia entre perspectivas llevan a desacuerdos y debates.

    Es importante tener en cuenta que estas limitaciones no restan valor a la macroeconomía. A pesar de sus limitaciones, los análisis macroeconómicos proporcionan perspectivas y análisis fundamentales sobre el funcionamiento de la economía y ayudan a que las políticas estén mejor fundamentadas. Eso sí, reconocer y abordar estas limitaciones contribuye al ajuste y la mejora de los modelos y las teorías de la macroeconomía.

    Indicadores macroeconómicos

    En el campo de la economía, los indicadores macroeconómicos tienen una papel fundamental en la evaluación de la salud general y el rendimiento de una economía. Estos indicadores miden diversos factores clave y proporcionan valiosas perspectivas a las políticas monetaria y fiscal, lo que mejora las evaluaciones y las predicciones de los economistas. Vamos a indagar en algunos de los principales indicadores macroeconómicos, destacando su importancia y las implicaciones que tienen en las economías de todo el mundo:

    1. Producto Interno (o interior) Bruto (PIB): Sin duda, el PIB es uno de los principales indicadores macroeconómicos, ya que cuantifica el valor total de los bienes y servicios que se producen dentro de las fronteras de un país en un determinado periodo. Un PIB en crecimiento suele ser sinónimo de una economía floreciente, y los economistas vigilan de cerca su tasa de crecimiento para medir la expansión o la recesión de la economía.
    2. Tasa de inflación:La tasa de inflación mide el incremento general en el precio medio de bienes y servicios en una economía. Según los economistas, la inflación moderada es saludable en una economía, puesto que refleja el crecimiento en la demanda de consumo y la inversión empresarial. Sin embargo, una inflación en exceso merma el poder adquisitivo y puede llevar a inestabilidad económica de tal manera que la política monetaria tiene que intervenir.
    3. Tasa de desempleo:El aumento del desempleo es causa de preocupación tanto para economistas como para los responsables de las políticas. Este aumento supone la falta de oportunidades laborales y un bajo uso de la fuerza laboral disponible. La tasa de desempleo permite evaluar la salud general del mercado laboral y arroja luz sobre la eficacia de las medidas de la política fiscal y monetaria en materia de creación de empleo.
    4. Tasas de interés:Las tasas de interés, fijadas por los bancos centrales, son una herramienta fundamental en la regulación de la política monetaria. Al influir en los costos de los préstamos, los bancos centrales pueden estimular o ralentizar la actividad económica. Los economistas analizan el impacto de los cambios en las tasas de interés en diversos sectores como el mercado inmobiliario, la inversión y el consumo, así como el entorno empresarial en general.
    5. Deuda y déficit públicos:La política fiscal que gestionan los gobiernos desempeña un papel fundamental en una economía. Los economistas prestan especial atención a indicadores como la deuda y el déficit públicos. Las políticas fiscales, y en concreto el gasto público y los impuestos, afectan al rendimiento general de la economía. Los altos niveles de deuda y déficit pueden deteriorar la sostenibilidad de la economía a largo plazo.
    6. Índice de Confianza del Consumidor:El índice de confianza del consumidor permite conocer el sentimiento de los consumidores y su predisposición al gasto. Los economistas siguen este indicador para medir el comportamiento del consumidor y predecir las futuras tendencias en los patrones de consumo. Un índice de confianza del consumidor positivo a menudo está relacionado con el aumento de la actividad económica, mientras que una bajada podría señalar incertidumbre económica.
    7. Balanza comercial: La balanza comercial refleja la diferencia entre las exportaciones y las importaciones de un país. Se trata de un indicador macroeconómico fundamental, ya que mide la competitividad de las compañías nacionales y su capacidad de participar en el comercio global. Los economistas emplean este indicador para analizar la salud general del sector externo de una economía y su participación en el comercio internacional.
    8. Crecimiento de la productividad: El crecimiento de la productividad mide la eficiencia con la que la economía hace uso de sus recursos para producir bienes y servicios. Los economistas estudian las tendencias de productividad con el fin de evaluar el potencial de crecimiento a largo plazo de una economía. Cuanto mayor sea el crecimiento de la productividad, más probable es que los salarios suban, se mejore la calidad de vida y veamos un desarrollo económico estable.

    Estos indicadores macroeconómicos, si se analizan en conjunto, proporcionan a los economistas una visión completa del rendimiento de la economía y los posibles cambios. Aunque las diferentes ramas de pensamiento económico, como los modelos keynesianos, interpretan estos indicadores con distintas lentes, siguen siendo herramientas muy importantes tanto para los responsables de las políticas, como para empresas y personas. Si se monitorizan estos indicadores, los responsables de las políticas podrán manejar las políticas fiscales y monetarias con eficacia y tratar de lograr un crecimiento económico estable, una tasa de desempleo baja y un robusto entorno empresarial.

    Cómo influir en la macroeconomía

    Estas son algunas claves para influir en la macroeconomía:

    1. Política fiscal: Los gobiernos tienen la capacidad de influir en las condiciones macroeconómicas mediante su política fiscal, que comprende ajustes en el gasto público y los impuestos. El aumento del gasto público, especialmente en infraestructuras, puede estimular el crecimiento económico, mientras que reducir impuestos puede aumentar el gasto de los consumidores y la inversión. Por el contrario, el descenso del gasto público y la suba de impuestos pueden emplearse para controlar la inflación y reducir el déficit.
    2. Política monetaria:Los bancos centrales desempeñan un papel fundamental a la hora de influir en la macroeconomía a través de la política monetaria. Pueden ajustar las tasas de interés para controlar la inflación y estimular o reducir la actividad económica. La bajada de las tasas de interés puede estimular el crédito y las inversiones, estimulando así el crecimiento económico. En cambio, la subida de tasas puede contener la inflación y evitar préstamos excesivos, aunque también es posible que frene la actividad económica.
    3. Política de tasas de cambio:Los gobiernos tienen la capacidad de influir en la macroeconomía a través de las políticas sobre tasas cambiarias. Permiten que la divisa flote libremente en el mercado de divisas o se adhiera a otra divisa. Una divisa más débil puede hacer que las exportaciones sean más competitivas, pero también es posible que aumente la inflación. Una divisa más fuerte puede reducir la inflación pero también encarecer las exportaciones.
    4. Reformas estructurales:La aplicación de reformas estructurales puede afectar a la macroeconomía a largo plazo. El propósito de estas reformas es mejorar la eficiencia y la flexibilidad de los mercados, los trabajadores y el capital. Algunos ejemplos son la desregularización, la liberalización del comercio, las reformas en el mercado laboral y la inversión en educación e innovación. Todas estas reformas pueden mejorar la productividad, la competitividad y el crecimiento económico.
    5. Regulación gubernamental: Los gobiernos pueden influir en la macroeconomía mediante regulaciones y políticas que afecten a determinados sectores o industrias. Por ejemplo, la regulación de las instituciones bancarias o financieras puede ayudar a mantener la estabilidad financiera y evitar las crisis económicas. De igual manera, la regulación de la protección medioambiental y la sostenibilidad puede aumentar la actividad económica y promover el crecimiento a largo plazo.
    6. Inversión y comercio internacional: Los compromisos en materia de inversión y comercio internacional pueden tener implicaciones macroeconómicas. Los gobiernos pueden negociar acuerdos comerciales, reducir barreras y atraer inversión extranjera directa para estimular el crecimiento económico. La participación en cadenas de valor global y la promoción de exportaciones puede incrementar la competitividad y mejorar la balanza de pagos.
    7. Políticas de bienestar social:El mantenimiento del estado de bienestar y la reducción de la desigualdad económica puede afectar positivamente a la macroeconomía. Las políticas que mejoren la sanidad, la educación y la seguridad social pueden mejorar el capital humano, reducir la pobreza y promover la estabilidad y el crecimiento económico.

    Economía keynesiana

    La economía keynesiana, llamada así por el famoso economista John Maynard Keynes, es una teoría económica que enfatiza el papel intervencionista del gobierno en la gestión del ciclo económico y la estabilización de la economía. El pensamiento keynesiano se volvió popular durante la Gran depresión y tuvo un impacto significativo en las políticas económicas desde entonces.

    Uno de los principios de la economía keynesiana es la idea de que la demanda agregada juega un papel fundamental para determinar el nivel de actividad económica. Según Keynes, las fluctuaciones en la demanda agregada puede llevar a periodos económicos de auge o recesión. En tiempos de recesión o de alto desempleo, la economía keynesiana recomienda que el gobierno emplee la política fiscal como el aumento del gasto público o recortes fiscales para estimular la demanda agregada y mejorar la actividad económica.

    Otro aspecto importante de la escuela keynesiana es el concepto del efecto multiplicador. Keynes argumentaba que el incremento del gasto público debería tener un impacto más fuerte en la demanda agregada que el aumento inicial que tiene esta. Esta idea se basa en que cuando el gobierno gasta dinero, genera ingresos para personas y compañías, quienes, a su vez, gastan una parte de esos ingresos y generan más ingresos para otras personas o empresas. Este efecto multiplicador puede estimular el crecimiento económico.

    Además de la política fiscal, la economía keynesiana también otorga importancia al papel de la política monetaria en la gestión de la economía. Keynes defendía que los bancos centrales hicieran uso de ajustes en las tasas de interés y otras herramientas monetarias para influir en el nivel de inversión y consumo en la economía.

    Los críticos a la teoría keynesiana afirman que el intervencionismo excesivo puede llevar a deficiencias y distorsiones en el mercado. Estos críticos sostienen que el foco en la gestión de la demanda a corto plazo puede afectar negativamente a las bases económicas a largo plazo y crear desequilibrios económicos insostenibles.

    En general, la economía keynesiana defiende el intervencionismo activo del gobierno en la economía con el fin de lograr el pleno empleo y estabilizar las fluctuaciones económicas. Es una teoría que ha influido enormemente en las políticas económicas de muchos países y que, hoy en día, sigue siendo objeto de debate entre economistas. 

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