¿Por qué traders o inversores deberían plantearse invertir en oro?
Los inversores que invierten en oro tienen muchas ventajas y, por este motivo, este metal a menudo forma la piedra angular de cualquier cartera de inversión, tanto si se gestiona de manera activa como pasiva.
Una razón es que el oro es un metal “precioso”, es decir, que es raro, y su valor no siempre se correlaciona de cerca con otras clases de activos como los bonos, las acciones o los bienes raíces.
A diferencia de las divisas “fiat” (fiduciarias) como el dólar de Estados Unidos (USD), la libra esterlina (GBP) o el euro (EUR), el oro es una materia prima finita… quizás incluso una divisa. Ese es el motivo por el que los bancos centrales incluyen tanto oro en sus reservas, Figura 1 (A).
Aunque la variación interanual en porcentaje se estabilizó durante la última década, como puede apreciarse en la Figura 1 (B), todavía podemos ver que los bancos centrales mundiales mantuvieron firme su ritmo de acumulación de oro y que muchos buscaron repatriar sus reservas hacia sus propias bóvedas para evitar cualquier riesgo jurisdiccional.
Esta pauta parece lejos de haber acabado, ya que el estatus del oro como valor refugio se aceleró tras las fuertes sanciones impuestas a Rusia tras su invasión de Ucrania en 2022. Las medidas de los aliados occidentales congelaron el acceso de Rusia a aproximadamente 300 mil millones de USD en reservas de divisas extranjeras, pero el oro físico quedó en gran medida fuera de su alcance.
También hay que señalar que el Banco Popular de China (PboC por sus siglas en inglés) viene rotando sus reservas desde 2008, saliendo de títulos del Tesoro de EEUU y entrando en el oro. En noviembre de 2022, las reservas de deuda del gobierno de EEUU en manos del PBoC cayeron en 7 mil millones de USD con respecto a octubre de 2022. China impulsa sus reservas de oro como parte de su programa de desvinculación del dólar (“De-Dollarization”).
Los datos del consejo mundial del oro (World Gold Council, WGC) indican que en 2022, los bancos centrales globales adquirieron más oro que desde 1967, aunque el ritmo anual se va estabilizando ahora en algo más de un +1% interanual.
¿Cuáles son las razones principales para comprar oro?
Si adquirimos una participación en el capital de una empresa, esa propiedad debe registrarse. Eso garantiza que, en caso de haber dividendos, estos se paguen en la cuenta apropiada. En contraste, el oro no está sujeto a ese requisito, y como medio para almacenar valores privados puede resultar un medio eficiente en términos fiscales para transferir patrimonio a generaciones futuras.
Uno de sus principales atractivos es que el oro demuestra ser una buena cobertura contra la inflación de manera consistente. El análisis del WGC revela que, desde 1972, el oro ofreció un retorno medio del 15% anual cuando la inflación superó el 3%, en contraste con poco más del 6% cuando la inflación estuvo por debajo del 3%.
Desde 2018, el oro también se mantuvo por delante del mercado de valores en su conjunto, p.ej. del S&P 500: ver Figura 3.
En 2008, durante la crisis financiera global, el oro también comenzó a disfrutar de un incremento en inversiones del público en general, ya que muchos convirtieron ahorros o pensiones en oro físico, retirando así su patrimonio personal del sistema bancario. En una época en la que los bancos no confiaban demasiado los unos en los otros y que en algunos casos necesitaron rescates gubernamentales, los inversores se pudieron inmunizar de los riesgos de contrapartida asociados a todo ello.
Cómo podemos invertir en oro físico?
Muchos sitios web que abordan la cuestión de cómo deberían asignarse los activos de inversión hablarán, por supuesto, de factores como el horizonte temporal y el perfil de riesgo del inversor. Estas consideraciones determinan qué mezcla de renta fija y renta variable conviene buscar. Dentro de eso, es posible afinar más estudiando las calificaciones crediticias y los sectores económicos.
Sin embargo, una ponderación bastante constante en una cartera genérica es que el oro debería suponer entre el 5% y el 15% de los activos totales.
Ya vimos que los bancos centrales mantienen reservas de oro físico como un buen almacén de riqueza que puede revalorizarse cuando la inflación está alta. Ahora bien, ¿qué puede hacer un inversor individual?
Monedas
Las modernas monedas de oro físico ofrecen una oportunidad de tener en propiedad monedas de oro de grado inversión que son un “medio de cambio legal”, disponibles por una pequeña prima sobre el precio cotizado del oro al contado.
El oro, así como la plata o el platino, están disponibles en forma de monedas de metal, y las más populares provienen del Reino Unido, los Estados Unidos de América, Canadá, Sudáfrica y Australia. En muchos bancos también podemos comprar pequeñas barras de oro, de hasta solo 1 gramo de peso.
Un enfoque más esotérico puede ser adquirir monedas con valor numismático, más antiguas y raras, que se compran tanto por el metal precioso en sí como por su rareza y su valor histórico. Puede comprobarse que apalancan el precio del oro spot (al contado), en el sentido de que se revalorizarán más que el oro en un mercado alcista, pero también se devaluarán más rápido cuando se entra en un mercado bajista.
Participaciones, certificados y CFDs sobre oro
Más allá de cierto punto, tener en propiedad oro físico es costoso y puede resultar complicado. Una alternativa puede consistir en adquirir participaciones o certificados de oro para lograr la exposición de cartera requerida, o bien operar mediante contratos por diferencias (CFDs), como usted puede hacer con Hantec Markets.
Las participaciones en oro son similares a la tenencia de acciones corporativas; sin embargo, al comprar participaciones de empresas mineras de oro apostamos deliberadamente sobre los movimientos potenciales del mercado del metal precioso. La ventaja es que invertir en participaciones en oro es más probable que aporte retornos inmediatos en comparación con el oro físico (bullion), ya que no hay necesidad de compensar costes legados de almacenamiento.
Con los certificados de oro hablamos de documentos que demuestran la titularidad sobre una cantidad de oro. Pueden tener el aspecto de una nota bancaria, ya que los certificados de oro originales los emitieron bancos e instituciones financieras como prueba de propiedad sobre oro depositado en ellos.
Un significado alternativo para un certificado de oro es una “tarjeta de ensayo”, esto es: un certificado de autenticidad. Esta puede formar parte del empaquetado de una barra de oro o bien entregarse como un documento por separado, y se considera como una prueba adicional de la legitimidad del oro.
Los certificados del oro forman parte del término genérico “oro en papel (paper gold)”. Otras formas de oro en papel incluyen los fondos cotizados en bolsa (Exchange Traded Funds o ETF), CFDs sobre el oro y futuros sobre oro, así como las ya mencionadas participaciones en empresas mineras de oro.
El oro en papel cumple la misma función que el oro físico, aunque hay una capa de separación con respecto al metal físico… y eso supone un riesgo de contraparte.
Esto se traduce en preguntas y comprobaciones constantes. ¿El banco donde tenemos depositado ese oro cumplirá con sus obligaciones? ¿Seguirá siendo solvente la empresa minera? Estos son algunos de los muchos dilemas a los que se debe enfrentar un inversor.
¿Cuáles son las perspectivas para los precios del oro?
Tres meses:
En la Figura 4, podemos ver el 2 de febrero un deslizamiento a la baja en el precio que anuló las ganancias de las sesiones previas. Esto vino seguido de un fuerte descenso del 2,79% el 3 de febrero, el cual marcó el inicio de un canal correctivo de casi un mes de duración.
Aunque desde el 17 de febrero el precio migró hacia la parte superior del canal, la incapacidad de atacar más de una vez su techo sugiere una sensación de fatiga importante. Los precios tienen dificultades para moverse por encima de los 1815 – 1816 USD la onza troy, y eso implica que la perspectiva a corto plazo es de nuevos descensos hacia la actual media móvil de 200 días, en los 1838 USD/oz.
Mucho dependerá de la próxima ronda de lecturas de inflación, el IPC de EEUU el 14 de marzo y el IPP el 15 de marzo, así como las próximas decisiones sobre tasas de interés en los principales bancos centrales, en especial de la Fed el 22 de marzo.
Si el IPC en los EEUU puede aguantar en el 6,4% o salir más baja, esto permitiría a la Fed refrenarse de nuevo y moverse hacia otra subida de 25 pbs, del 4,5% al 5,00%. Por supuesto, muchos halcones siguen molestos porque no consiguieron una subida de 50 pbs la última vez, así que en esta ocasión elevarán el tono de su retórica para lograr una subida mayor.
Si se mantiene la posición menos agresiva, y de hecho si se consolida, entonces es probable que en los próximos tres meses el oro caiga hacia los 1772 – 1782 USD/oz.
Seis meses y doce meses:
Cuanto más alejado en el tiempo es un pronóstico, más sobras hay que arrojar sobre éste por la posibilidad de que aumenten las tensiones geopolíticas. El foco de problemas más obvio es la invasión rusa de Ucrania. Parece abocada a convertirse en un conflicto prolongado, ya que el presidente Putin insiste en culpar a la OTAN y a Occidente en general.
La expectativa es que el conflicto continúe y que perturbe las cadenas de suministro y los precios de las materias primas, manteniendo la inflación en un nivel elevado, aunque alejado de lo peor que hemos visto hasta ahora, un 9,1% en los EEUU, un 11,1% en el Reino Unido y un 10,6% en la Eurozona.
Hay que enfatizar que, por supuesto, esto podría cambiar si Rusia comienza a sufrir nuevas pérdidas que lleven al presidente Putin a adoptar medidas punitivas y recortar la producción de petróleo crudo o derivados de éste, y por supuesto el suministro de gas natural, lo que tendría como resultado una crisis global de suministros.
Ya mencionamos antes que China se diversifica saliendo de activos denominados en USD, y aunque otras naciones con riquezas como el Reino de Arabia Saudí no romperán con los EEUU, tampoco esperamos que se apresuren a cubrir cualquier déficit de oferta en el mercado del crudo, ya que adoptan una amplia actividad de coberturas contra el dólar de EEUU.
La Figura 5 se divide en la marca de los 6 meses, y parece que el precio del oro repite el patrón del período comprendido entre marzo y agosto de 2022, aunque sin alcanzar el mismo máximo.
El impulso parece dirigirse a la baja, pero si el precio encuentra soporte en los 1815 USD/oz, como fue el caso en diciembre de 2022, cuando las subidas hicieron una pausa durante varias sesiones, entonces la intensidad de las últimas caídas podría llevar a un escenario de sobreventa del oro a corto plazo.
Cualquier rebote desde ahí, ¿podría prolongarse durante los próximos tres o seis meses? Eso simplemente demoraría nuevos descensos correctivos, que ganarán tracción siempre que no haya presión hacia los 1850 USD/oz. El escenario bajista para los próximos seis meses, que es el que más nos inclinamos a asumir, es un retroceso hasta los 1720 USD/oz. En caso de que el presidente Putin suba la apuesta, bien en sentido económico o militar, superar los 1850 USD/oz abriría el camino a los 1903 USD/oz y los 1980 USD/oz.
Conclusión
Tanto si usted se plantea operar en oro con Hantec a través de CFDs o invertir en oro, las perspectivas sin duda son inciertas, pero esperamos que este artículo le ayude a entender mejor las perspectivas del oro para 2023 y más allá.